Pareciera que la vida y el mundo van sin frenos. Estamos en un momento de aceleración en el que todo o, casi todo, se transforma con una velocidad a la que hay que adaptarse, porque si no, nos quedamos por fuera.
Y no nos referimos expresamente a los avances tecnológicos, claro que están haciendo un gran aporte a este ‘desenfreno’. Lo que realmente cobra valor es cómo el ser humano se adapta a ello y si cuenta con las herramientas necesarias.
En el caso de la educación, ¿se están formando profesionales con capacidades no cognitivas que, más allá de un correcto desempeño racional, les permitan encontrar formas adecuadas y eficientes para relacionarse con otros y consigo mismos?
Sobre lo anterior, en el upskilling encontramos las claves para lograrlo. De allí, que sea el tema central de este artículo y uno de los tópicos, junto con el de las habilidades emergentes, en los que más nos esforzamos en trabajar en nuestros doctorados (link página doctorados), a partir de un modelo educativo basado en la innovación y la creatividad, con el firme propósito de ir un paso adelante siempre.
¿Qué es el upskilling?
¿Para qué reemplazar a tus empleados cuando puedes capacitarlos y así potenciar su empoderamiento y conocimientos? Y si a esto se le suma, ahorrarse una buena suma de dinero, el upskilling cobra sentido.
El upskilling consiste en proporcionar programas de capacitación para dotar al personal de más competencias y habilidades, para así brindarles más oportunidades de desarrollo profesional para enfrentar profesiones hoy no existentes.
Las conclusiones de un informe de Gallup revelaban que el costo de reemplazar a un trabajador puede alcanzar dos veces el salario anual de este, un número que evidencia el porqué es más económico capacitar a la plantilla que ya se tiene que formar a una nueva.
Por otro lado ya no es como otrora cuando existía mano de obra especializada abundante en el mercado, hoy lo que escasea son seres humanos que tengan el poder personal para enfrentar incertidumbre y hagan con el alto riesgo de equivocarse. Lo que llamamos “hacedores” que tomen riesgos.
Y aquí es donde radica la importancia del upskilling, pues empodera al trabajador y fomenta su espíritu emprendedor, además, de que lo convierte en una persona eficaz, sobresaliente y competitiva en el mercado laboral. La digitalización actual no da tregua y se hace indispensable ser un profesional actualizado, que está al día y que se prepara continuamente para el futuro en todos los niveles de su vida.
Las ventajas del upskilling
Entre los beneficios que trae poner en marcha un programa de upskilling es la motivación de los empleados, ya que estos se sienten importantes para la empresa, sienten que son tenidos en cuenta y que son irremplazables, así necesiten seguir enriqueciendo sus conocimientos.
El resultado, una fuerza de trabajo mejor equipada y dispuesta a cumplir con éxito los objetivos planteados.
Entres otras de las ventajas que tiene el upskilling son:
- Un esfuerzo recompensado
En la medida que un trabajador es capaz de realizar más funciones, debido a sus nuevas competencias es probable que ese esfuerzo se vea recompensado económicamente. - Fomentando la alta autoestima
El upskilling no solo se traduce en beneficios hacia la empresa, sino en el trabajador, sobre todo, en el aspecto personal. Estos se sienten mucho más motivados y con ganas de retarse diariamente a ser mejores personas. - Mejor calidad en el trabajo
El aprendizaje de nuevas competencias favorece la productividad del recurso humano, que trae como resultado notables mejoras en la calidad del trabajo. - Los cambios siempre vienen bien
Cuando un empleado actualiza sus habilidades tiene la posibilidad de hacer un cambio de carrera o de redireccionar sus funciones.
Las empresas también ganan
Y si el upskilling ofrece notables beneficios para los empleados, también vale la pena destacar los que trae a las empresas:
- El upskilling retiene el talento y fomenta su compromiso y sentido de pertenencia con la empresa. A los trabajadores de hoy no solo les importa obtener un buen salario, sino poder seguir avanzando a través de formaciones.
- Ahorro de dinero en la contratación de nuevo personal. Igualmente, disminuye la curva de aprendizaje y el tiempo de incorporación a la compañía.
- Los empleados se mantienen al día del funcionamiento interno y externo de la organización.
Sobre las habilidades emergentes
El Banco Interamericano de Desarrollo resaltó en un informe del 2019 que el 65 % de los niños que actualmente cursan la primaria realizarán empleos que para ese entonces y tal vez hoy no existen. Esto quiere decir que el campo laboral será mucho más amplío y que necesitará de profesionales con mayores capacidades.
Desde ese informe del BID ya han pasado tres años y la solicitud de las habilidades emergentes se hace cada vez más latente. Así que estamos en un periodo de cambios exponenciales, donde debemos “aprender a desaprender para reaprender” nuevas habilidades, es la clave como una forma de prepararnos para el futuro.
¿Estás preparado para sobresalir entre la multitud? Si aún tienes dudas te invitamos a conocer nuestra oferta formativa de los doctorados, un espacio ideal para entrenar tus soft skills y potenciar el empoderamiento que los empleados del futuro requieren.