Como toda herramienta poderosa, la inteligencia artificial puede ser utilizada para el bien o para el mal. Dejando en nosotros la decisión de trascender o desaparecer ante esta creciente realidad, ¿Debemos realmente luchar contra la IA o ser amigable con ella?
Para ayudarnos a tomar esta decisión, Geoffrey Hinton, conocido como el “padrino de la inteligencia artificial”, dio el primer paso y habló al respecto.
De hecho, Hinton dejó su puesto en Google para expresarse libremente sobre las implicaciones del uso de la tecnología que él mismo ayudó a desarrollar.
“Me consuelo con la excusa habitual: si no lo hubiera hecho yo, habría sido alguien más”, fue su primera declaración al New York Times. Luego, prosiguió:
“Google ha hecho avances fundacionales en IA, por lo que seguimos con un enfoque responsable de esta herramienta. Estamos aprendiendo continuamente para comprender los riesgos emergentes al tiempo que innovamos con audacia”.
Evaluemos las dos caras de la moneda
Por un lado, la inteligencia artificial ha sido utilizada para difundir información falsa y manipular a las masas.
Mientras que se ha aprovechado para potenciar la productividad de todo tipo de profesionales y para agilizar cientos de procesos en pocos segundos que antes podían tomar días. Además, existen numerosas iniciativas que emplean la IA como aliada contra la desinformación.
Como ejemplo de esto, tenemos el proyecto vera.ai, que es un sistema de detección de noticias falsas creado por la Unión Europea.
Por lo tanto, podemos verla en las dos caras de la moneda: la villana y la heroína.
IA: La villana de la historia
Por supuesto que existe un aspecto negativo de la inteligencia artificial. Como te comentamos anteriormente, hoy en día esta es muy usada para difundir información falsa e incluso, ha disminuido la calidad del trabajo de ciertos profesionales que usan al 100% su proceso de creación con esta herramienta.
Por ejemplo, existen plataformas de este tipo que permiten generar avatares de personas reales que dicen cualquier cosa. Por lo que, en el ámbito educacional, se podría originar un profesor que imparta cualquier tipo de lección, sea ética o no.
Incluso, hay aplicaciones que ayudan a ubicar a una persona en grandes hechos de la historia, generando una falsa realidad que se puede difundir por cualquier plataforma.
También podemos ver la mala cara de la moneda en algunos medios de comunicación, que han apostado por el uso de estas herramientas para reemplazar al 50% de su personal.
En algunos casos se ha evidenciado la disminución de la calidad o veracidad en publicaciones, especialmente en redes sociales y blog.
Igualmente, en las escuelas y universidades, muchos estudiantes no han podido desarrollar su máximo potencial, porque se apoyan demasiado en la IA para la realización de trabajos, exposiciones y presentaciones.
IA: La heroína
Ahora cambiemos a una perspectiva un poco más positiva. Este tipo de plataformas también han sido utilizadas para potenciar la productividad en los equipos de trabajo.
Igualmente, en el ámbito educacional, mientras muchos responsabilizan a Chat GPT por la realización de sus ensayos, otros estudiantes la usan para expandir la información o arrojar ideas innovadoras y creativas en las que se puedan inspirar.
Por su parte, el profesorado ha empleado estas herramientas para aportar dinamismo, creatividad e innovación a sus clases.
También te recordamos el ejemplo mencionado anteriormente: vera.ai, en donde puedes corroborar que toda la información que leas sea verdadera o no. A esta iniciativa se le suman InVID o la plataforma abierta de verificación colaborativa, We Verify.
En este orden de ideas, también contamos con una plataforma de algoritmos que tiene 96% de efectividad en la identificación de noticias falsas. Esta fue creada por investigadores brasileños del Centro de Matemáticas Aplicadas a la Industria de la Universidad de São Paulo.
Hybrids también es digna de mencionar, ya que plantea la cooperación de la tecnología y el conocimiento humano, a través del procesamiento del lenguaje natural. Generando nuevos sistemas de interpretación neuro simbólica.
La IA no es éticamente infalible
De igual forma, es importante tener en cuenta que este tipo de herramienta no es perfecta. Por lo que no se puede confiar en ella a ciegas. Por ejemplo, un periodista que redacta noticias, artículos de interés o incluso esto que estás leyendo, no puede tomar como base la información de Chat GPT sin siquiera corroborar las fuentes.
La IA carece de la capacidad de comprender un contexto o tono en el que se escribe algo, tal y como lo haría un ser humano. Por lo que muy probablemente no pueda detectar el sarcasmo ni diferenciar si una noticia es real o mentira.
Estar consciente de esta limitación es el primer paso para trascender y utilizarla correctamente, sin condenarla ni venerarla. Se trata de un cambio conectado con la realidad que nos impulsa a ver más allá del blanco o negro que plantean nuestras barreras mentales.
La inteligencia artificial en la educación
En cuanto al ámbito educacional y de innovación, de acuerdo con Pablo Bongiovanni, autor de Inteligencia Artificial para Educadores, “la IA no es una solución mágica para los problemas educativos, sino una herramienta más, que puede ayudar a mejorar el aprendizaje y personalizar la enseñanza”.
En este sentido, existen formas de integrar este tipo de inteligencia artificial en el aula y en diferentes niveles de aprendizaje.
Por ejemplo:
- Software de transcripción.
- Aplicaciones de tutoría virtual.
- Programas de reconocimiento de voz.
- Sistemas de evaluación automatizados.
- Chatbots educativos.
- Juegos de realidad virtual.
- ¡Y más!