La escritura académica es mucho más que un requisito: es el lenguaje del pensamiento doctoral. A través de ella, tus ideas, hallazgos y reflexiones se transforman en conocimiento que impacta a la comunidad científica. No basta con escribir bien; dominar la escritura formal significa pensar, estructurar y comunicar con rigor, claridad y propósito.
En los programas de Doctorado en Educación e Innovación, Doctorado en Administración de Empresas y Doctorado en Dirección de Proyectos de la UIIX, la escritura formal no se aborda como una simple técnica, sino como una herramienta estratégica que potencia tu capacidad para argumentar, publicar y liderar investigaciones con impacto.
A continuación, descubrirás cómo fortalecer tu lenguaje doctoral, adoptar un estilo de escritura sólido y preciso, y convertir esta competencia en una verdadera ventaja dentro y fuera del ámbito académico.
¿Cómo es una escritura formal?
- Refleja profesionalismo: demuestra que tomas en serio tu campo de estudio y comprendes sus estándares.
- Aumenta la comprensión: un texto bien estructurado facilita la lectura y el análisis de tus argumentos.
- Abre puertas: la publicación en revistas científicas, la participación en congresos y la colaboración internacional dependen en gran parte de la calidad de tu escritura.
En el mundo del doctorado, no basta con tener buenas ideas: hay que saber expresarlas de manera que sean comprensibles, defendibles y relevantes.
El pensamiento detrás del lenguaje formal
Una escritura formal no se trata solo de palabras elegantes o frases largas. Detrás de un texto doctoral sólido hay pensamiento estructurado, análisis crítico y una voz académica que equilibra objetividad con originalidad.
Cuando adoptas este tipo de escritura, estás haciendo tres cosas importantes:
- Argumentas con evidencia: No afirmas, demuestras. Cada idea está respaldada por fuentes, datos o resultados verificables.
- Usas un tono objetivo: Evitas juicios personales y construyes con base en la evidencia, no en la emoción.
- Estructuras con lógica: Tus párrafos siguen una secuencia clara de introducción, desarrollo y conclusión, lo que permite al lector seguir tu razonamiento sin perderse.
Desarrollar esta habilidad toma tiempo, pero con práctica y guía, se convierte en tu mejor herramienta para construir conocimiento de valor.
Errores comunes al escribir en el doctorado
Muchos doctorandos cometen errores típicos al redactar sus tesis o artículos, especialmente cuando vienen de estilos más narrativos o profesionales. Algunos de los más comunes son:
- Uso excesivo de la voz pasiva: Aunque da formalidad, puede volver el texto confuso. Alternar con voz activa mejora la claridad.
- Citas sin propósito: Incluir referencias sin integrarlas en el argumento resta fuerza al texto. Cita solo cuando una fuente realmente aporte contexto o respaldo.
- Lenguaje innecesariamente complejo: Escribir formalmente no significa usar palabras rebuscadas. La elegancia está en la precisión.
- Falta de conexión entre párrafos: Cada sección debe tener un hilo conductor. Pregúntate: ¿cómo se relaciona este párrafo con el anterior?
Evitar estos errores mejora la fluidez de tu escritura y facilita la comprensión de tus hallazgos por parte de tu comité y lectores.
Aprende a escribir como un investigador de doctorado
Desarrollar una escritura formal es un proceso que requiere disciplina, observación y práctica consciente. Aquí tienes algunas estrategias y tips para lograrlo:
1. Lee artículos de revistas científicas
No hay mejor manera de aprender el estilo académico que leyendo a los expertos de tu área. Analiza cómo construyen sus argumentos, cómo introducen las fuentes y cómo cierran sus conclusiones. Guarda frases o estructuras que te sirvan de guía para tus propios textos.
2. Piensa en función de argumentos, no de opiniones
Cada párrafo debe responder a una idea central que se sostiene con datos o teoría. En lugar de decir “yo pienso que…”, plantea “la evidencia sugiere que…” o “de acuerdo con los hallazgos de…”. Esto no solo fortalece tu texto, sino que te posiciona como parte de una conversación académica global.
3. Usa conectores lógicos
Los conectores son pequeños puentes que dan cohesión a tus ideas. Ejemplos: por lo tanto, sin embargo, en consecuencia, de manera similar, en contraste. Una buena redacción académica suena fluida y ordenada, no fragmentada.
4. Aprende a sintetizar información
No intentes decirlo todo en un solo párrafo. El valor está en seleccionar lo más relevante y explicarlo con precisión. Escribe un borrador libremente y luego elimina lo que no aporta a tu argumento central.
5. Pide retroalimentación constructiva
Compartir tus textos con tu tutor o colegas puede ayudarte a identificar muletillas, repeticiones o errores de estilo. La escritura formal se perfecciona en comunidad, no en solitario.
6. Revisa y edita con criterio
Una revisión profunda implica más que corregir ortografía. Debes evaluar si el texto fluye, si cada párrafo aporta algo al argumento general y si tu voz académica se mantiene constante. Usar herramientas digitales como Grammarly o QuillBot (en modo académico) puede ayudarte a detectar inconsistencias.
El valor profesional de escribir formalmente
Escribir con rigor no solo te ayuda a obtener tu título de doctorado, sino también a insertarte en el mercado de los graduados doctorales. Los profesionales con doctorado en áreas como Educación, Administración o Dirección de Proyectos deben comunicar resultados de manera clara y convincente ante audiencias diversas: inversionistas, instituciones, medios o comunidades.
Dominar la escritura formal te convierte en un investigador que no sólo produce conocimiento, sino que sabe compartirlo, defenderlo y aplicarlo.
En la UIIX, te formamos para que la escritura sea una extensión natural de tu pensamiento crítico y tu capacidad innovadora. Porque investigar también es aprender a contar lo que descubres, con rigor, claridad y propósito.
Referencia: Formal vs Informal Writing: A Complete Guide
https://www.grammarly.com/blog/writing-tips/formal-vs-informal-writing/













