Cuando la preocupación por el medio ambiente y la escasez de recursos se han convertido en temas de preocupación colectiva, la economía circular surge como una alternativa prometedora para hacer un cambio conectado con la realidad e impulsar un modelo de producción y consumo sostenible. Pero repasemos un poco más este concepto.
¿Qué es la economía circular?
Esto se trata de compartir, alquilar, reutilizar, reparar, renovar y reciclar materiales y productos existentes, en lugar de extraer continuamente nuevas materias primas para la comercialización. ¿Su objetivo? Extender el ciclo de vida de los productos, minimizando la generación de residuos y promoviendo la creación de un valor añadido en cada etapa del proceso.
De esta forma, se puede reemplazar el tradicional modelo económico lineal por uno más eficiente y sostenible. Se trata de una propuesta con un enfoque holístico que busca maximizar el valor de los materiales y productos existentes para trascender.
Por lo tanto, si la mayoría de los negocios y empresas se apegaran a este modelo, se podría realizar un verdadero aporte y cambio significativo en la preservación de los recursos.
¿Qué otras razones tenemos para apegarnos a la economía circular?
Escasez de recursos y aumento de la demanda
Seamos sinceros, la población mundial crece cada vez más y con ello la demanda de materias primas. Lo que ocasiona que se utilicen muchos recursos finitos y limitados.
Ante esto, la economía circular ofrece una solución eficiente, reduciendo así la dependencia de la extracción de nuevas materias primas.
Impacto en el clima y el medio ambiente
Por otro lado, la extracción y el uso de materias primas, tienen importantes consecuencias medioambientales, como el aumento del consumo de energía y las emisiones de CO₂. Esta adopción de prácticas circulares puede ayudar a reducir las emisiones contaminantes y minimizar el impacto ambiental al promover la reutilización y el reciclaje.
Dependencia de otros países
Igualmente, muchos países dependen de otros para obtener sus materias primas. Pero con este tipo de economía se puede reducir esta dependencia, fomentando el reciclaje de materiales y la reutilización de productos. De esta forma, podremos contribuir a la seguridad del suministro y reducir los riesgos asociados a la volatilidad de los precios y la disponibilidad.
Protección del medio ambiente
También es fundamental destacar que la reutilización y el reciclaje de productos ayudan a ralentizar el agotamiento de los recursos, reduciendo la alteración del paisaje, preservando el hábitat y limitando la pérdida de biodiversidad.
Lo que, a su vez, contribuye con la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, favoreciendo la lucha contra el cambio climático.
Reducción de la dependencia de las materias primas
Por otro lado, al adoptar prácticas circulares, se reduce la necesidad de adquirir constantemente nuevas materias primas. El reciclaje y la reutilización permiten obtener recursos valiosos a partir de productos desechados, reduciendo la dependencia de las importaciones y los riesgos asociados al suministro.
Generación de empleo y ahorro de dinero
De igual forma, la transición hacia una economía circular puede impulsar la competitividad, la innovación y el crecimiento económico, lo que se traduce en la creación de empleo.
No te lo decimos solo nosotros. De acuerdo con estimaciones de la Unión Europea, se podrían generar hasta 700.000 puestos de trabajo para el año 2030. Asimismo, la adopción de un enfoque circular puede conducir a ahorros significativos para los consumidores al promover productos más duraderos y eficientes.
Conscientes de esto, podemos decir que la economía circular se ha convertido en una solución clave para abordar los desafíos ambientales y económicos de nuestro tiempo. Sin embargo, para maximizar su impacto, debemos implementarla con mayor eficiencia.
Diseño circular
Esto es sencillo, los productos deben diseñarse teniendo en cuenta la reutilización, la reparación y el reciclaje. Considerando aspectos como la durabilidad, modularidad y la facilidad de desmontaje, se facilitará la posterior recuperación de materiales y la reducción de residuos. Además, la eliminación de sustancias tóxicas promueve una mayor circularidad.
Innovación y colaboración entre industrias
También se requiere una mentalidad de colaboración y cooperación entre diferentes industrias y actores del mercado. Considera que la innovación tecnológica y la colaboración entre empresas pueden fomentar la creación de soluciones más eficientes en el uso de recursos y la gestión de residuos. Además, el intercambio de conocimientos y buenas prácticas puede acelerar la transición hacia un modelo circular.
Economía de funcionalidad y modelos de negocio circulares
En lugar de vender productos, puede ofrecerse un servicio basado en el empleo y disfrute de los mismos. De esta forma, se promueve la reutilización y la prolongación del ciclo de vida de los productos, evitando la acumulación de objetos innecesarios.
Educación y concienciación ciudadana
Por último, pero ciertamente no menos importante, la implementación eficiente de la economía circular requiere un cambio de mentalidad y comportamiento en los ciudadanos. Como sociedad, debemos fomentar la educación y concienciación sobre los principios de la economía circular, sus beneficios y cómo cada individuo puede contribuir.
La promoción de la reducción, la reutilización y el reciclaje en el hogar, en el trabajo y en la comunidad puede marcar una gran diferencia en la efectividad de la economía circular.
En la Universidad de Investigación e Innovación de México estamos muy conscientes de que la implementación eficiente de la economía circular es crucial para impulsar un futuro sostenible.
No solo es responsabilidad de gobiernos, empresas y ciudadanos que deben trabajar juntos para llevar a cabo esta transición hacia un modelo de producción y consumo más sostenible, las entidades educativas también pueden contribuir a esto.
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