¿Qué busca el consumidor actual? Innovación y un producto o servicio personalizado, que se adapte a los nuevos cambios de la economía del planeta, porque hoy en día hasta la economía es inteligente y el dinero metálico y las tarjetas de crédito están siendo reemplazadas por otro tipo de monedas.
Las ciudades, a su vez, tampoco paran de sumarse a la ‘onda smart’ y la tecnología es la gran responsable de estos cambios exponenciales, de un futuro que no está a la vuelta de la esquina, sino que está sucediendo.
Smart Economy, las ciudades inteligentes y el aporte del blockchain son nuevas tendencias de lo que está porvenir.
Antes de continuar, te contamos que nuestro Doctorado en Economía y Finanzas es una oportunidad magnífica para desarrollar proyectos de investigación que incluyen el estudio de las economías inteligentes, por supuesto, con el apoyo de nuestros tutores expertos en la materia.
¿Qué es Smart Economy?
Smart Economy o economía inteligente, según su traducción al español, constituye el principal cimiento del crecimiento urbano y de la evolución de las comunidades impulsando conceptos como la sostenibilidad y el desarrollo; para convertirse en foco de nuevas inversiones.
Los objetivos primordiales de la Smart Economy son traspasar los negocios tradicionales a plataformas e-business o e-commerce, para aumentar la productividad. Asimismo, generar empleo, oportunidades para el emprendimiento y crear nuevos servicios y productos.
¿Cuáles son los campos donde se mueve la Smart Economy?
Sacar provecho a los beneficios de la Smart Economy debería estar en la agenda de todas ciudades y órganos que crean en su poderío.
Las ventajas más destacadas de la economía inteligente son:
- Promueve la idea de crear nuevos modelos de negocio.
- Fomenta la alta productividad.
- Incita a la creatividad e innovación dentro de las empresas.
- Refuerza las capacidades para gestionar proyectos u organizaciones en general.
De acuerdo a las tesis anteriores, ¿Cómo debe estar constituido un entorno económico inteligente? La sostenibilidad es la bandera y por ende, el respeto por el entorno. De allí, que los recursos disponibles sean la materia prima de la Smart Economy, pues es la única manera de garantizar a los individuos oportunidades y servicios de calidad.
¿Qué es una ciudad inteligente?
Una ciudad inteligente es un espacio que, podríamos decir, funciona a través de las TIC con el fin de llevar a cabo prácticas de crecimiento sostenible para afrontar los desafíos que trae consigo la urbanización.
El ser humano de hoy se desenvuelve dentro de un ambiente sumamente inteligente, puesto que desde el teléfono que usa para comunicarse con los otros hasta su transporte y su propio hogar se apoyan en la tecnología para poder funcionar.
El Internet de las Cosas no es solo un término, sino una realidad que ha traído múltiples beneficios a la sociedad, sobre todo, en temas de sostenibilidad, ya que las comunidades han podido mejorar en aspectos de la economía global como la distribución de energía, disminuir el tráfico vehicular y potenciar la manera como se realiza la recolección de basura, entre otras.
¿Cómo se logra sostener una ciudad inteligente? Creando estrategias económicas eficientes y alcanzables apoyadas en conceptos de la talla de la Smart Economy, que actúa como impulsor de nuevos modelos de negocio y, por supuesto, de ciudades. Además, de percibir el mundo como un mercado.
Y en la UIIX no estamos muy lejos de esta ideología, pues es nuestra misión formar profesionales que estén interesados en generar mejoras en sus comunidades por medio de la sustentabilidad, la inclusión y la equidad. Un egresado de la Universidad de investigación e Innovación de México también se gradúa con el título de “humanista”.
¿Las ciudades inteligentes son necesarias?
Desde la UIIX creemos que son necesarias e indispensables y los números lo corroboran. Un artículo de la empresa Thales Group reseña que en la actualidad, el 54 % de las personas que componen la población mundial vive en ciudades, lo que explica por qué hay quienes dicen que la urbanización es un fenómeno que parece no tiene fin. Y es tanto su acelerado crecimiento que se augura que está agregará, en las próximas tres décadas, más de 2.500 millones de individuos a las urbes.
Es aquí donde la palabra sostenibilidad vuelve a retumbar, porque se presenta como un factor de primera necesidad para salvaguardar el ambiente, la sociedad y la economía, los cuales se podrían ver afectados por la rápida expansión y evolución de las ciudades inteligentes.
El aporte del blockchain a las ciudades inteligentes
Era de esperarse que la primera ciudad inteligente surgiera en Asia, pues los asiáticos son famosos por su sabiduría y el lema del “que todo lo pueden hacer”.
Esta ciudad, llamada Daimaruyu, vio la luz en Tokio en el año 2018 y no es una urbe inteligente cualquiera, es la primera en estar basada en el blockchain y el Internet de las Cosas. La tecnología que ha sido empleada en su desarrollo es de tipo código abierto.
Por si aún no tienes muy claro qué es el blockchain, te contamos que se trata de un conjunto de tecnologías que trabajan en cadena para realizar un registro fiable, descentralizado, simultáneo y compartido de los procedimientos digitales prescindiendo de la colaboración de terceros.
Según la Encuesta Global Blockchain 2020, realizada por la multinacional Deloitte, la tecnología blockchain y las monedas digitales son, actualmente, una de las principales tareas a ejecutar para el 55 % de las empresas.
En UIIX este concepto es parte de nuestro ADN ya que consideramos a nuestra universidad como una institución descentralizada y autónoma donde consideramos que la innovación como fuente infinita del ser humano.